Hay personas que cuando llegan a la jubilación, cierran un capítulo de sus vidas. Pero hay otras, como es mi caso, que simplemente giran la página para comenzar uno nuevo, igual de apasionante que el anterior.
En un mundo donde la medicina se ha vuelto cada vez más tecnológica y, a veces, menos personal quiero recordar la esencia misma de nuestra profesión: el conocimiento práctico nacido de la experiencia, la compasión y el sentido común.
Soy un profesional que ha dedicado su vida a tejer una red de conocimientos que atraviesa las fronteras tradicionales de las especialidades médicas. Desde la Medicina del Trabajo hasta la traumatología, desde la medicina deportiva hasta la medicina de familia, cada experiencia ha sido una pieza más en un mosaico de sabiduría práctica que ahora estoy dispuesto a compartir. (Curriculum Vitae)
No soy «experto en nada». Sólo puedo ofrecer: décadas de experiencia práctica, un inquebrantable sentido común y una curiosidad que el tiempo no ha logrado menguar.
Este blog nace de una promesa: la de seguir sanando, enseñando y compartiendo, incluso después de la jubilación. Es mi legado, entendiendo que el conocimiento guardado es conocimiento perdido, y que la verdadera riqueza de la experiencia médica solo se multiplica cuando se comparte.
A través de estas páginas, pretendo extender mi mano a toda la comunidad sanitaria: médic@s, enfermer@s, fisioterapeutas, psicólog@s y, por supuesto, a l@s pacientes. Porque la medicina no conoce de barreras profesionales cuando se trata de mejorar la vida de las personas.
Sin conflictos de interés, sin pretensiones, pero con la pasión intacta de quien aún tiene mucho que aportar, os invito a un viaje a través de las lecciones que solo la experiencia puede enseñar. Un viaje que promete ser tan enriquecedor para el lector como lo ha sido para mí durante todos estos años de práctica médica.
Bienvenidos a este espacio donde la experiencia se convierte en conocimiento, y el conocimiento en ayuda práctica para todos aquellos que han hecho de la salud su vocación y misión de vida.
Porque algunas vocaciones no conocen de jubilaciones, y algunas misiones son para toda la vida.
Dr. José Ignacio (Tacho) Niubó Ena
Muy buena iniciativa, muy interesante
Tacho,
Eres un lujo para la medicina, para la fisioterapia, y para todos los que hemos tenido (y tenemos) la suerte de compartir contigo.
Me encanta tu blog!
Eres un auténtico crack!
GRACIAAASSS!!!
😉
Querido Tacho;
Te deseo lo mejor en esta nueva etapa.
Siempre me has parecido una persona apasionado de tu profesión, con una entrega humana a todos tus amigos incondicional.
Gracias por atendernos siempre que te hemos necesitado.
Un abrazo
Muchas gracias por compartir!!! Te seguiremos atentamente
Muy buena iniciativa